La Energía del Cuerpo

Lo que piensas lo sientes, y lo que sientes lo piensas. El sentir del Ser humano afecta a la salud y esta del campo energético humano. El Universo es energía pura, nuestros pensamientos afectan esa masa de chi creando la realidad.

La energía disponible en nosotros depende de muchos factores, pero sobre todo de cómo lo administramos. Hay que estar muy atento en este punto, ya que muchas veces dejamos que se nos escape la energía en preocupaciones inútiles acerca del futuro que no es más que algo que no ha sucedido y nunca sucederá porque
siempre se está en el presente.

Los pensamientos negativos bajan la vibración de nuestro chi provocándonos cansancio, depresión, angustia. Los pensamientos positivos, por el contrario elevan la vibración de nuestra energía provocándonos alegría, entusiasmo, comprensión; y nos permiten desarrollar al máximo nuestras potencialidades.

Debemos recordar que la energía que irradiamos afecta a todos, por lo que la frecuencia vibratoria puede alternativamente contribuir con la iluminación general o hacer un aporte al caos y la oscuridad.

Hay diversas situaciones que causan el descenso de la frecuencia vibratoria de la energía: la rabia, el miedo, el resentimiento, el escepticismo, el ponerse en el rol de víctima, etc. Muchas veces, el mismo proceso de abrirse a un nivel de conciencia más elevado desata estas emociones con mayor intensidad. Es por eso que hay que estar muy atento.

Sin embargo, siempre tenemos, por supuesto, formas de aumentar el caudal de energía disponible: conectándonos con la naturaleza, caminando descalzos, mejorando la respiración, bailando, cantando, absorbiendo las energías de un cristal, etc.

Ante todo no hay que olvidarse de ponerse en contacto con la propia energía tal como es e identificar exactamente lo que se siente, entrando en contacto con el cuerpo y las emociones.