La respiración es un proceso
espontáneo del cuerpo por el cual se toma del exterior el oxígeno necesario y se
distribuye a cada célula del organismo.
Se da por sentado que, como se trata de un proceso
fisiológico, sabemos respirar, sin embargo ya en la infancia comenzamos a
olvidar cómo respirar adecuadamente.
La práctica regular de técnicas de
respiración consciente mejora la salud, brinda equilibrio emocional, serenidad
interior, claridad mental y satisfacción vital.
La clave para un ánimo sereno
y feliz
Una persona que se siente nerviosa o asustada
respira agitadamente, con un ritmo corto y acelerado. Alguien que está sereno,
en cambio, tiene una respiración profunda y pausada. El estado de ánimo se
manifiesta en la respiración; y más que eso, se constituye en la respiración.
Una manera muy sencilla de probar esto es intentar conservar un estado de ánimo
mientras se respira con el ritmo correspondiente al contrario. No es posible.
No hay manera de mantener la serenidad respirando de forma agitada, ni se puede
permanecer tenso una vez que se logró profundizar la respiración.
Así, tomando conciencia de la propia
respiración, siendo disciplinado en la auto-observación y en la aplicación del
antídoto, se puede transformar rápidamente un estado de ánimo tenso e incómodo
por uno pacífico, sereno y satisfactorio.
Paz interior
Una respiración adecuada cumple, además de la función
fisiológica de oxigenar la sangre, una segunda función, que es controlar el prana o energía
vital, con lo que se logra aquietar la mente y las emociones y alcanzar un
estado de paz y serenidad duradero. Como dice el Hatha Yoga Pradipika,
manual sobre la práctica de esa disciplina escrito en el siglo XIV por el yogui
Svatamarana, “cuando el aliento va y viene,
la mente está inquieta, pero cuando el aliento se calma, también se calma la
mente”.
Aprender a respirar mejor, prestando atención a lo que se
está haciendo, es una de las mejores cosas que se puede hacer por uno mismo. La
práctica diaria de la respiración consciente produce el milagro de fortalecer
el cuerpo, equlibrar las emociones y aquietar la mente. Se trata de un camino
que conduce a la paz interior y a la satisfacción personal, y ese estado se
parece mucho a la felicidad.
La práctica regular de técnicas de respiración consciente mejora la salud, brinda equilibrio emocional, serenidad interior, claridad mental y satisfacción vital.
La clave para un ánimo sereno y feliz
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