El saber con claridad que estamos frente a la persona que tanto hemos esperado es algo que sólo nuestro corazón nos dirá, por lo que únicamente debemos de escucharlo a él
Pero tenemos que saber que todos podemos tener enamoramientos, atracción o asimilamiento de energías y, como nuestra mente es demasiado hábil, con una sensación de paz o algo confortable el cerebro nos puede mandar muchas órdenes o reflejos que nos hagan sentir que realmente esa persona es nuestra alma gemela, aunque
NO lo sea.
NO lo sea.
En cambio, cuando realmente estamos vecinos al verdadero amor, se experimenta una reacción que nunca hemos sentido con nadie.
Algunos de los síntomas son que nos podemos sentir incómodos, extraños, ya que estamos dando pie a una vibración demasiado alta, por lo que al mismo tiempo experimentamos una sensación muy especial.
Todo esto puede pasar aun cuando no hayamos visto a esa persona, razón por la cual siempre debemos de indagar a qué se deben nuestros momentos de inquietud y si vemos a alguien que nos llame la atención, entonces es hora de acercarnos.
Sobre todo porque, tristemente, hay gente que no ha logrado asimilar esa energía y no han querido investigar qué es lo que ha sentido, dejando ir a su alma gemela sin haberla olvidado nunca, todo porque no sabía que tenía que provocarse un encuentro.
Es importante estar atento ante estas emociones, porque podemos sentirnos muy atraídos hacia alguien, pero siempre será el mismo tipo de enamoramiento; eso quiere decir que es un sentimiento conocido y que no es la persona adecuada.
La clave es que con el verdadero amor todo sentimiento será muy DIFERENTE a los que hayamos experimentado antes.
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